Con Griselda habíamos trabajado en una ocasión que fotografiamos su piso. Nos comentó que quería hacerle un regalo a su pareja y que había pensado en una sesión fotográfica de pareja. Así que nos pusimos a ello!
Empezamos justamente en el piso que fotografiamos, paseamos luego por el barrio gótico de Barcelona y acabamos la sesión fotográfica de pareja en la playa.
Nos encanta que nuestros clientes se regalen este tipo de sesiones así, porque sí… sin más motivos que pasar un rato de risas! El resultado son unas imágenes divertidas, emotivas, un recuerdo que perdurará en el tiempo.